Unidad de Desvío

Muchas personas acusadas de delitos no violentos tienen el potencial de realizar cambios en sus vidas y salir definitivamente del sistema de justicia penal.

La Oficina del Fiscal de Circuito (CAO) ha creado programas de desvío diseñados para brindar a las personas calificadas la oportunidad de evitar las consecuencias del proceso penal tradicional, incluido un juicio, una condena, antecedentes penales y encarcelamiento.

Los programas de desvío ahorran dinero a los contribuyentes al permitir que la CAO y los tribunales concentren recursos limitados en el procesamiento de delincuentes violentos.

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¿Qué es el desvío?

La desviación es una forma de manejar casos de delitos graves no violentos fuera del modelo de procesamiento tradicional que normalmente implica un juicio. En lugar de asignarse a un fiscal, estos casos se asignan a un programa apropiado y se les asigna un administrador de casos dentro de la Unidad de Desvío para evaluar sus necesidades y apoyar y monitorear su progreso.

Los administradores de casos trabajan con los participantes para desarrollar un plan de apoyo individualizado. Ese plan busca reforzar y/o fomentar el apoyo social positivo con familiares, amigos y la comunidad, y acceder a recursos comunitarios para vivienda, salud mental e intervención en crisis, y apoyo para objetivos profesionales y educativos.

La CAO ofrece programas de desvío para:

Adultos jóvenes de 18 a 25 años; Personas con pocos o ningún historial criminal; Personas con antecedentes penales de más de cinco años; Individuos que merecen otra oportunidad; y Personas que nunca han tenido la oportunidad de participar en el desvío.

Los programas de desvío duran entre seis y 18 meses. Al completar exitosamente el programa de desvío, el caso del individuo puede ser desestimado, permitiéndole al participante evitar una condena. Alternativamente, el participante puede ser puesto en libertad condicional por un día y dado de alta inmediatamente, lo que permite la resolución inmediata del caso.